POR: zwan14 / octubre / 2021
Siempre se nos ha dicho que antes de hacer ejercicio debemos consumir carbohidratos para quemar sólo las grasas necesarias y tener un rendimiento óptimo, sin embargo, existen nuevos estudios que afirman que hacer una comida rica en carbohidratos cuando se va a practicar deporte impide que el cuerpo use la grasa corporal almacenada.
Vamos por partes, un ayuno es el resultado de no ingerir alimentos durante la noche y saltarse la primera comida del día, el desayuno. Es entonces cuando nuestra reserva de energía es más baja, lo cual activa los efectos beneficiosos que se pretenden con el entrenamiento en ayunas.
Al entrenar en ayunas el organismo se ve forzado a utilizar las grasas como fuente de energía. Durante el sueño se produce una reducción de las reservas de glucógeno. Ejercitarse con de niveles bajos de glucógeno provocará que el cuerpo tome energía de otra fuente durante el entrenamiento. ¿A qué otra fuente nos referimos? Nada más y nada menos que a la grasa que se acumula en los tejidos adiposos y de la que existen reservas más que suficientes.
El tipo de ejercicio que se realice es crucial, una intensidad media será de gran ayuda para la quema de grasas y mejorar el rendimiento, sin embargo, con una intensidad alta se perderá el efecto produciéndose mareos y fatiga.
El entrenamiento en ayunas optimiza la utilización de las grasas como combustible y resulta útil si trabajas con larga resistencia, una rutina HIIT de intensidades combinadas resulta el complemento perfecto del ayuno, aunque como todo, debes hacerlo paulatinamente.
