Cosas que no sabías sobre el DHA: qué es, para qué sirve y en dónde se encuentra

POR: zwan27 / noviembre / 2020

Cosas que no sabías sobre el DHA: qué es, para qué sirve y en dónde se encuentra

 


Todos hemos escuchado hablar alguna vez del DHA, ¿no es cierto? Lo anuncian como un componente estrella en algunos productos comestibles como si se tratara de algo maravilloso para el cuerpo, algo que te ayudará a incrementar tu nivel intelectual, tu rendimiento y un sinfín de cosas más. Y bueno… lo dicen porque es verdad. Conoce un poco más sobre este componente esencial para nuestra buena salud mental (y general).


¿Qué es?


El DHA es la abreviatura utilizada para el ácido decosahexaenoico, un tipo de ácido graso omega 3 que representa un nutriente indispensable para el desarrollo del cerebro y la retina. Este ácido ayuda a que tu cerebro tenga conexiones mejores, más rápidas y de mayor duración


via GIPHY

¿Para qué sirve?


El DHA aún se sigue estudiando, pero hasta ahora, se ha encontrado que no sólo ayuda a la formación del cerebro y retina en los embriones, sino que también contribuye al desarrollo cognitivo de los niños, refuerza el sistema inmunológico, aporta a una buena respiración y compone, junto con otros ácidos grasos esenciales, a la mielina: esa sustancia que el cerebro necesita para crear sinapsis o conexiones entre las neuronas más rápidas y claras. Así que el DHA te ayudará a tener una agilidad y agudeza mental envidiables.


¿En dónde se encuentran?


Es cierto cuando dicen que el cuerpo es sabio; un ejemplo de ello es que la misma leche materna contiene DHA. Pero no te preocupes, no tendrás que retroceder en el tiempo para fortalecer a tu cerebro: hay muchos otros alimentos para la vida adulta que nos pueden aportar este omega 3: cierto tipo de pescados como el atún, el salmón, el abadejo y el bagre, los camarones, las semillas, las nueces, algunos aceites, entre otros. Además, nuestras salchichas de Pechuga de Pavo están adicionadas con este interesante ácido graso.



Esperamos que ahora tengas un nuevo tema de conversación y también otras ideas para incluir en tu repertorio alimenticio. ¡Démosle de comer a nuestro cerebro!